De Medellín a Cartagena en Dos Ruedas (2° parte)

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Pasada 1 hora y 45 minutos después de la salida en Caucasia, nos dimos un nuevo descanso en el municipio de Planeta Rica, donde al parecer había corridas de toros, corralejas o algo por el estilo, y había muchas personas por todos lados. Retomamos Camino. La carretera muy sola en cuanto a vehículos, solo se veían transitar algunas tracto-mulas y camiones; por sectores había presencia de mucho comercio, ventas de hamacas, artesanías, frutas y pescado; y muy a menudo nos encontrábamos con puestos de control de la policía y el ejército Colombiano, cosa que me gustó mucho porque como viajero y promotor de turismo que soy, se lo importante que es la seguridad en las carreteras para que el turismo no se afecte negativamente y por el contrario halla confianza al viajar y cantidades considerables de viajeros y turistas disfruten de los hermosos lugares y paisajes que tiene nuestro país.

Los atardeceres en lugares sin mucho relieve son espectaculares, el sol se deja ver mucho más tiempo de lo que lo vemos en lugares montañosos, y esto hace que en los lugares llanos el sol se aprecie un poco más grande y color naranja, inclusive a veces su apariencia se nota rojiza. ¡¡Sí que disfrute de este espectáculo!! Después de un buen descanso en el municipio de Tolú Viejo arrancamos nuevamente a eso de las 5 de la tarde, con la intensión de ya no parar más y de llegar de una vez por todas a Cartagena. Tomamos la vía que va por los municipios de San Onofre y María la Baja (Departamentos de Sucre y Bolívar respectivamente) queriendo acortar un poco de camino por allí, pero la verdad fue que paso todo lo contrario, el camino se hizo demasiado largo gracias a que la vía estaba en pésimo estado, y la cantidad de huecos y tramos sin pavimentar fueron toda una tortura para mí; y fue en esta vía donde mirando hacia mi costado izquierdo pude apreciar esa bella puesta de sol que me regalaba Dios, una hermosa bienvenida a tierras costeras.

Como lo dije al principio, jamás había vivido este tipo de experiencia y la verdad me pareció bastante dura, ya que la mayoría del viaje lo hice como parrillero, mi papá manejo casi todo el tiempo; mi espalada se agotó muy fácil por estar tanto tiempo ahí sentado, mis piernas recogidas pedían a gritos estirarse y moverse, y mis glúteos creo que fueron la parte que más sufrió, se sentía realmente dolor, por momentos no quería estar más tiempo sentado, contantemente cambiaba un poco de posición, y periódicamente pedía que paráramos unos minutos para descansar, estirar los músculos y caminar un poco.

Anocheció, no veía la hora de llegar y la verdad no pensé que el viaje fuera a ser tan duro. Me alegre un poco cuando pasamos por el puente de “Gambote”, sabía que ya estábamos cerca. El hecho de saber que ya faltaba tan poco, me genero mucha ansiedad y esto provoco una sensación de mucho más cansancio, yo solo pensaba en darme un baño y en estar recostado en una cama. Faltaban unos minutos para las 8 de la noche cuando por fin llegamos a Cartagena, sentí un alivio inmenso, alegría de haber llegado bien y de haber vivido semejante experiencia, que por dura que haya sido, mi espíritu viajero y aventurero la disfrutaron al máximo.

Anexo:

El tiempo habitual de un viaje por tierra de la ciudad de Medellín a la ciudad de Cartagena o viceversa, es de 12 horas en un bus pulman, el cual hace solo dos paradas que no superan los 40 minutos cada una, inclusive a veces solo hace una. Nosotros demoramos 16 horas y 30 minutos, no por la moto ni la velocidad de la misma, sino porque yo pedía que paráramos periódicamente, y cuando lo hacíamos era en algún negocio o sombra de un árbol, tomábamos y comíamos algo, caminábamos, y en promedio nos tardábamos de 30 a 45 minutos, sumándole a esas paradas, las casi dos horas en Caucasia.

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Vía de Medellín a Cartagena
640 kilometros